Como ya fue el estreno y todas las críticas que han salido (creo que lo más
apasionante que se puede hacer después de una première es leer las críticas...
me resulta fascinante) son en alemán y no os las puedo poner aquí porque me
odiaríais, voy a dar un poco la lata con la obra.
Además en plan guay lo voy a hacer sin documentarme ná, así no os estoy
soltando un post didáctico, sino que estoy contando mi perspectiva del asunto.
Pido perdón por adelantado si me falla la memoria...
Il Trittico es una ópera de
Giancomo Puccini, aunque poco conocida y muy poco representada, si la
comparamos con Tosca, La Bohème o Madama Butterfly.
Está compuesta de tres actos que son independientes (relativamente) unos de
otros. Cada uno tiene personajes diferentes, está ambientado en diferentes
lugares y épocas, e incluso el estilo es distinto. Esta es probablemente una de
las razones por las cuales Il Trittico es poco representada: hacen falta
ciento y la madre para representar en una sola noche las tres historias. Y un
escenario muy grande si pretendes que al final salgan todos a saludar.
Por otro lado, Puccini insistió en que pese a la independencia aparente de
los tres actos, éstos debían ser representados siempre juntos. ¿Por qué? Nadie
lo sabe. Puccini, supongo, pero se lo calla muy bien. En cualquier caso,
evidentemente, a lo largo de la Historia la gente se ha pasado esto por el
forro y ya representado muy a menudo sólo dos de los actos, el primero y el
último, y aún más frecuentemente, sólo el último.
¿Por qué?, me preguntaréis. Pues porque el último acto de Il Trittico
es el preferido de todo el mundo, porque es una comedia desenfrenada y absurda,
mientras que el primero es calificado por muchos críticos como pasable y el
segundo como mediocre o incluso sencillamente malo. (Discrepo absolutamente,
pero ya hablaré de mi opinión después).
¿De qué van los actos?
El primer acto se titula Il tabarro, y es una historia un poco
siniestra. El libreto está basado en una obra de teatro francesa ya existente, La
houppelande. La música es sombría y nostálgica. A mí me recuerda, sobre
todo al principio, con un vaivén que parece de olas, al mar en una tarde
nublada, con ese ambiente húmedo y agobiante de antes de una tormenta. Lo cual
cuadra bastante con la ambientación, porque Il tabarro transcurre en un
barco. El protagonista de la obra es el capitán Michele, que vive a bordo junto
a su mujer, Giorgetta, y los marineros que trabajan para él. Michele está
pasando por un periodo muy duro de su vida, porque no sólo acaba de dejar de
beber en un ambiente en el que todo el mundo se emborracha con alegría en
cuanto tiene la oportunidad, sino que además se da cuenta de que Giorgetta cada
vez se aleja más de él, y sospecha que esto es debido a la diferencia de edad
entre ellos. Lo que Michele no sabe es que Giorgetta tiene un lío con uno de
los marineros, Luigi.
Al principio de esta obra lo que más me gusta es el hecho de que, de fondo,
mientras los protagonistas hablan entre ellos, se escuche de fondo a los
marineros cantar mientras trabajan. Es el No ti stancar battellieri que
llevo teniendo pegado casi dos meses... Además, dos de los marineros que
aparecen, Tinca y Talpa, tienen melodías realmente estupendas, y escenas muy
divertidas, como cuando Tinca saca a bailar a Giorgetta poniendo celoso a
Luigi. En la música se puede distinguir la brusquedad de estos tres personajes,
pero también su alegría ante algunas cosas (principalmente, el alcohol y el
baile) y en cierto modo, su amargura (como cuando Tinca canta que jamás dejará
de beber, porque cuando bebe no piensa, y cuando piensa no ríe...). Aparecen otros personajes, como Frugula, la
mujer de Talpa, que tiene una música muy interesante.
En cualquier caso, al final Michele habla con Giorgetta, tratando de
acercarse a ella, y nos enteramos de que los dos tenían un bebé que murió hace
un tiempo, y entendemos que probablemente ahí es cuando empezaron los problemas
entre ellos. Durante esta conversación aparece alguno de los leitmotive
de la obra, señalando los momentos de emoción y nostalgia más profundos.
Giorgetta no quiere hablar con él del niño, porque le hace demasiado daño, y se
marcha. Michele empieza a ponerse de los nervios y canta un aria
impactante, en la que sospecha de la infidelidad de ella y se pregunta quién
puede ser su amante. Al final, descubre a Luigi, le obliga a confesar (“Si
confiesas, te dejo ir”, le dice) y lo asesina. Aparece Giorgetta, pidiéndole
perdón por haberle herido. Michele la obliga a mirar a su enamorado muerto, y
termina la obra.
Os dejo con el aria de Michele:
(Justo donde acaba
el video es donde empieza la parte más siniestra… jeje)
El segundo acto,
Sour Angelica, es el que menos les gusta a los críticos y sin embargo algunas
de sus escenas son mis favoritas de las tres obras. En opinión de Puccini,
además, éste era el mejor de los tres actos sin duda (ya veis, el pobre era un
incomprendido). Está ambientado en un convento, en el que aparecen, además de
un coro muy grande, diferentes personajes. En la primera escena, una misa, se
destaca inmediatamente a Angelica, que llega tarde y que al parecer está
siempre en la parra. Luego está la Zelatrice, que es la que coordina a todas
las demás. Al final de la misa les pasa revista y regaña a algunas por haberse
reído, a otras por llegar tarde… a la única a la que no le dice nada es a
Angelica. También está la Badessa, que es la jefa de todo el cotarro y una
persona bastante borde. Entre los demás personajes secundarios (casi todos se
hacen simpáticos) se destacan la hermana Genovieffa, que es muy dulce y trata
muy bien a Angelica (además de tener las dos arias más bonitas del acto entero,
en mi opinión), y la Maestra de las novicias, que al principio parece muy
estirada y va por ahí subrayando lo que hacen mal las demás para que las
novicias aprendan, y es sin embargo el único personaje que evoluciona en la
obra. Al principio lo dicho, es estricta y lleva detrás a algunas novicias que
le ponen preguntas y a las que va explicando todo lo que se debe hacer y lo que
no. Se la nota incómoda cuando las demás monjas mencionan a la hermana Bianca
Rosa, que murió (se da a entender que se suicidó) hace un año, e inquieta
cuando se cuestionan algunos asuntos clave; si una se fija en este personaje,
se da cuenta de que aunque al parecer es un ejemplo de rectitud, cuando se
discuten cuestiones sobre si tener deseos es pecado, y a ver quién los ha
tenido, y todas las hermanas lo niegan, ella no se pronuncia.
En cualquier caso,
y resumiendo: un día llega una visita para Angelica, que lleva siete años en el
convento y nunca ha tenido noticias de su familia. Las hermanas cotillean y nos
cuentan que Angelica, antes de ser monja, era una persona muy importante. Y en
efecto, quien la ha venido a ver es su tía, la Principessa. Descubrimos que los
príncipes eran los padres de Angelica, que murieron en un accidente, y por eso
su tía es su tutora. Ahora quiere que Angelica renuncie a su herencia en favor
de su hermana pequeña, que se va a casar. Durante toda la entrevista, la tía le
recuerda a Angelica que debe expiar sus pecados, con los que trajo deshonra a
la familia. Angelica al final se cansa de tanto cuento y le dice a la tía que
ya ha expiado bastantes pecados y que se deje de tonterías y le cuente de una
vez cómo está su hijo. Ahora lo entendemos todo: Angelica tuvo relaciones
extramatrimoniales, tuvo un niño que le quitaron y, como castigo, la metieron
en el convento. La tía se pone nerviosísima y le dice que el niño se puso enfermo
y no pudieron salvarlo. Angelica se desmaya. Cuando vuelve en sí, la tía le
obliga a firmar el papel, y dando por cumplida su misión, se las pira. Como
veis, es mala malísima, y la música asociada a ella es acorde.
Angelica canta un
aria tristísima sobre su hijo, que ha muerto sin saber lo mucho que le quería
su madre. Entonces aparecen algunas hermanas, que se han escaqueado de misa, y
vienen a preguntarle cómo está y si está contenta porque le ha venido a ver su
tía. Entre ellas están Genovieffa y la Maestra (y aquí es donde digo yo que el
personaje evoluciona, porque pasa de ser super estricta a fugarse de misa para
interesarse por otro ser humano). Angelica les dice que todo está bien porque
ahora sabe qué tiene que hacer, y cuando todas vuelven a misa, ella coge,
prepara un veneno y se mata. Al momento de matarse se da cuenta de que el
suicidio es pecado mortal y que no irá al cielo a reunirse con su hijo, que era
su intención principal, pero no pasa nada, porque aparece la Virgen y la salva.
También puede entenderse como que se acaba de envenenar y está teniendo
alucinaciones antes de morir, claro.
Lo increíble de
esta obra es, primero, la originalidad del libreto (porque la historia del
triángulo amoroso está un poco trillada ya). Segundo, lo bello de la música, al
ser en gran parte coral. Y tercero, es llamativo el hecho de que sea una obra
con papeles exclusivamente femeninos.
Os dejo con una
grabación de la obra al completo; es un concierto, no una función, pero es la
grabación con la mejor música que he escuchado (desgraciadamente, en youtube
ninguna me convence mucho)… Ved las primeras escenas si queréis (o entero, si
queréis xD):
El tercer acto, y
favorito de los críticos, es Gianni Schicci. El personaje está sacado de
la Divina Comedia, de Dante, en el que aparece este señor en el infierno
por haber falsificado un testamento. Y eso es precisamente lo que hace en la
ópera de Puccini.
La obra empieza en
la casa de los Donati. Uno de ellos, Buoso, acaba de morir, y sus familiares
rodean el ataúd y aparentan mucho dolor mientas se les ponen los dientes largos
pensando en el testamento. Sin embargo, pronto descubren que Buoso legó todo su
dinero a unos monjes. No les parece ni medio bien, claro, y montan en cólera.
Uno de ellos, Rinuccio, que está enamorado de una chica llamada Lauretta,
estaba especialmente interesado en el dinero porque siendo rico no habría
problema en casarse con Lauretta, que no tiene dote. A él se le ocurre la
brillante idea de llamar a Gianni Schicci (casualmente, el padre de Lauretta),
que es un tipo muy astuto. La familia odia a Schicci y no quiere su ayuda, por
lo que Schicci se ríe de ellos por desheredados y les manda a la porra.
Entonces Lauretta canta la famosa (y, tristemente, el único aria de las tres
obras que suena a la gente) O mio babbino caro y convence a su padre de
que ayude. La familia, desesperada, acepta también. Como nadie sabe que Buoso
está muerto, Schicci se mete en su cuarto. Llega el doctor, y Schicci, imitando
la voz de Buoso, le dice que está mejor y que vuelva a la noche. Se va el
doctor. Schicci sale y se da el siguiente diálogo (lo simplifico), que seré
tonta, pero siempre me hace reír:
Schicci.- ¿Era
igual la voz?
Familia.- (Entusiasmados.
) ¡IGUAL!
Schicci.- ¡Ah,
victoria, victoria! (Todos le miran, perplejos. ) ¡Pero es que no lo
entendéis?
Todos.- (Entusiasmados.
) ¡NO!
Schicci les explica
que se va a hacer pasar por Buoso y a redactar otro testamento. Todos se
alegran y celebran la brillantez de la idea. Deciden repartirlo todo a partes
iguales y que el mismo Schicci decida sobre la marcha a quién dejarle las tres
cosas mejores, que son una mula, un molino y la casa en la que se encuentran.
Después cada miembro de la familia intenta sobornar a Schicci, como es natural,
y llega el notario. Schicci reparte todo como estaba planeado y finalmente lega
a «su gran amigo Gianni Schicchi» las tres cosas mejores. La familia se enfada,
pero no puede decir nada porque si les pillan les juzgarán por fraude. Así que
les toca fastidiarse. Al final, Schicci pide al público que le absuelva con un
aplauso.
La música sola de
esta obra ya es divertida y frenética, los diálogos son absurdos y muy
divertidos, y bien representada, te hace reír desde el primer momento hasta el
final. En concreto, la familia como
«personaje» (pues hacen muchas cosas a la vez y dicen muchas a coro) es
de lo mejor, siendo graciosos, un poco tontos, locos de atar, animalescos, y sencillamente
exageradísimos. Prácticamente cada cambio de emoción suyo es desternillante,
sobre todo cuando se dejan manejar por Schicci.
También es muy
divertida una pieza que tienen Lauretta y Rinuccio, muy emotiva, que empieza
con Addio, speranza bella, y que cantan cada vez que parece que no va a
haber solución. La pieza en cuestión es muy melodramática, pero cuando es la
tercera vez que la empiezan a cantar, son interrumpidos porque parece que hay
solución, después resulta que no hay, y vuelven a empezar desde el principio,
con el mismo tono trágico y la misma música emotiva, hace reír.
Sí, es absurdo. Me
gusta el humor absurdo. Soy así.
Vamos, que entiendo
perfectamente que este acto sea el preferido del público. En muchos aspectos,
la composición es magnífica y llena de humor.
Os dejo primero un
video en el que no se ve nada, pero aparece el diálogo que me encanta (sí, me
rio yo sola escuchándolo xD):
Y un trozo más,
donde la mujer de Buoso le dice a Schicchi que se vaya, Schicci quiere irse,
Lauretta y Rinuccio quieren que se quede y la familia, de fondo canta «¡Pensad
en el testamento!»… Aunque he de decir que ninguna de las interpretaciones que
he visto en youtube me convence; la familia debería ir en grupo siempre (nada
de andar desperdigados por el escenario) y ser muchísimo más animales e
hiperbólicos…
(Para placer de
alguien que no sé si está leyendo esto, el video incluye también el aria de
Lauretta… )
Y para finalizar un
post tan largo que seguramente querréis matarme, pongo un resumen de lo que más
me gusta de cada acto:
Il Tabarro
Personaje
favorito: Michele!
Momento musical
favorito: Hay muchos… El aria Nulla! Silenzio!
de Michele (cuyo enlace he puesto), el diálogo entre él y Giorgetta (Era
tanto felice…), la parte en la que Luigi, Tinca, Talpa y Goirgetta cantan
alegremente al alcohol y el aria en el que Frugula habla de su gato (Ron,
ron, ron, ron ron…)
Momento
interpretativo favorito: Cuando Michele mata a Luigi,
y en segundo lugar, cuando Tinca y Giorgetta bailan
Aspecto que más
me gusta: El personaje de Michele me parece muy
complejo e interesante, y la relación que tienen él y Giorgetta puede resultar
fascinante bien interpretada; por otro lado, y ya en plan superficial, me gusta
mucho que canten los marineros de fondo.
Sour Angelica
Personaje
favorito: La Maestra, pero sólo bien interpretada, y
Genovieffa en cualquier caso.
Momento musical
favorito: Cualquier aria de Genovieffa. Las escenas
corales del principio, en las que hay diálogos entre las monjas. El final del
aria más importante de Sour Angelica (Senza mamma… Aunque la parte que
más me gusta es la de Dilo a la mamma, creatura bella… He de admitir
que, con este final, yo lloraba en los ensayos…).
Momento
interpretativo favorito: Todas las escenas del
principio (hasta que llega la Principessa). Y la escena casi al final cuando
las monjas se escapan de misa y van a ver a Angelica.
Aspecto que más
me gusta: La música coral y el hecho de que pese a ser
personajes vestidos de forma igual o muy similar, haya indviduos muy
identificables y diferenciados.
Gianni Schicci
Personaje
favorito: La familia Donati (como unidad)
Momento musical
favorito: El principio instrumental, el leitmotiv de
Schicchi y en general todas las partes en las que la música se vuelve
desenfrenada.
Momento
interpretativo favorito: El que he mencionado (¡IGUAL!…
¡NO!… ) y todos aquellos en los que la familia cambia súbitamente de opinión y
se deja entusiasmar con cualquier cosa. También aquellos en los que la familia
tiene arranques de ira al final de la función.
Aspecto que más
me gusta: El humor, obviamente, y la posibilidad de
interpretar a al familia prácticamente como un único personaje colectivo.
Añado finalmente
una anécdota: en la producción, se decidió cambiar el final de Gianni Schicci.
Cuando el notario se iba y Schicchi intentaba echar a la familia, ésta le prendía
fuego a la casa. En medio de las llamas se creaba el caos absoluto. Salían
Lauretta y Rinuccio y cantaban su dueto mientas, por detrás, la familia iba
saliendo y agrupándose en el porche, llenos de carbón y quemaduras,
despeinados, destrozados y agazapados como fieras, mirando a los dos
enamorados, a Schicci y al público como si estuvieran decidiendo que ya que no
van a tener la casa, al menos se van a quedar a hacer la vida imposible al que
viva en ella. Era muy divertido, porque salía Schicci y se decía algo así como «Por
fin, ya se han ido», mientras, como público, veías perfectamente a ese grupo
demoníaco mirándoles desde detrás…